Poy. de Investigación-6to-2da

MATERIA: PROYECTO de INVESTIGACIÓN en CIENCIAS SOCIALES. EES Nro.6 

PROFESORA: CRISTOFF, ROSANA CURSO: 6to- 2da 

Fecha:30 de Marzo.

 Estimad@s alumnos,les dejo mi correo y N° de celular, ante cualquier duda, no dejen de consultar.Saludos 

rosanacristoff22@gmail.com/ móvil: 1150436883 

Fecha de entrega: Lunes 6 de Abril

 La guerra de Malvinas 

ACTIVIDAD: 

1) Lee atentamente el texto.

2) Investiguen cómo son recordados y/o homenajeados los ex combatientes en sus localidades. ¿Hay placas o monumentos en su honor? ¿Hay calles, escuelas, teatros u otros edificios públicos que llevan sus nombres? ¿Hay libros, poemas, películas, canciones, murales que los recuerdan? ¿Dónde más está presente su huella? 

 3) Elige uno de esos lugares de memoria y escribe un texto que lo describa, lo analice, lo interprete. Pueden usar como material complementario el mapa federal de memoriales disponible en la página del Museo Malvinas. 

¿Que paso el 2 de abril? 

En homenaje a los caídos, el 22 de noviembre de 2000 el gobierno nacional estableció el 2 de abril como el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”. Desde 2006 es un feriado nacional inamovible.

 “Malvinas” invita a pensar en lo que significa la pertenencia a una comunidad nacional como lo demuestran innumerables poemas, canciones, documentos y discursos que hacen referencia a las islas. Por estas razones, Malvinas es un nombre significativo para las distintas tradiciones culturales, históricas y políticas de la sociedad argentina. “ 

UN POCO DE HISTORIA 

Los Reclamos de Argentina frente a Gran Bretaña por la ocupación de las islas Malvinas vienen de vieja data: desde 1833, durante el gobierno de Rosas. Al crearse la Organización de las Naciones Unidas en 1945, se presentó ante un foro internacional el reclamo por su ocupación. En 1960 la ONU emitió la Resolución 1514 “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales” y Argentina argumentó su aplicabilidad al caso. De esta manera los británicos aludieron a la autodeterminación de los colonos y así, esta propuesta no resultaba válida porque la población no era originaria del lugar. El 14 de diciembre de 1960, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 1514 (XV) “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales”, que proclamó “la necesidad de poner fin, rápida e incondicionalmente, al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones”, consagrando dos principios fundamentales que debían guiar el proceso de descolonización: el de autodeterminación y el de integridad territorial. 

En septiembre de 1964, el Delegado argentino, José María Ruda, pronunció un alegato en el que se exponían los fundamentos históricos y jurídicos del reclamo de soberanía argentino. El “alegato Ruda” constituyó un hito histórico en el desarrollo de la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, en tanto fue la primera presentación orgánica de la misma ante las Naciones Unidas, que tomó nota de su existencia y recomendó a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido iniciar negociaciones bilaterales a fin de encontrarle una solución pacífica.1 Estas negociaciones fueron un gran logro diplomático por parte de Argentina, ya que el 16 de diciembre de 1965 la ONU emitió la Resolución 2065, por medio de la cual invitaba a ambos países a negociar teniendo en cuenta la aplicación de la Resolución 1514. 

En efecto, siguiendo las sucesivas recomendaciones del Subcomité III y del Comité Especial, la Asamblea General aprobó el 16 de diciembre de 1965 la Resolución 2065 (XX), en la cual, “Tomando nota de la existencia de una disputa entre los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte acerca de la soberanía sobre dichas Islas, invita a los Gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial [...] a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, así como los intereses de la población de las Islas Malvinas”. Contexto próximo de la Guerra de las Malvinas .

El gobierno de Leopoldo Fortunato Galtieri (1981-1982) Una característica de este gobierno fue pretender recuperar la autoridad de la figura presidencial y del gobierno militar, desgastada por seis años de malograda administración y el desprestigio de las Fuerzas Armadas frente a denuncias de violación de Derechos Humanos. Además de aplicar la ortodoxia económica liberal que proponía retornar a las “fuentes del proceso”. El proyecto de Galtieri no llegó con la intención de una transición hacia la democracia sino más bien llegaba con la idea de poder recomponer el proyecto autoritario, erosionado y fragmentado. Asumió el 22 de diciembre de 1981. 

Sin mucho margen de maniobra, jugó una de las últimas cartas: un hecho militar, como la guerra de las Malvinas, el cual despertó el apoyo masivo de la sociedad. Ideado para brindar legitimidad a un régimen en crisis. “Su estrategia política se asentó en cuatro puntos principales que significaban un giro notable en relación con la administración saliente: 1) la elección de Roberto Alemann en el ministerio de Economía, para impulsar un plan de ajuste estructural, apoyado en severas políticas monetarias y fiscales; 2) el desarrollo de una línea de acercamiento con Estados Unidos. El canciller Nicanor Costa Méndez […] era el encargado de definir los puntos de contacto, desde una visión exageradamente occidentalista, con el país del Norte; 3) El aliento presidencial a la formación de un nuevo partido que ocupará un lugar destacado, como tercera fuerza, en el futuro mapa partidario; 4) la ocupación de las Islas Malvinas como modo de organizar el consenso social y de proporcionar legitimidad a un régimen carente de otras alternativas, utilizando una reivindicación histórica muy sentida por los argentinos”.

 Para principios del ´82 se vislumbraba el panorama: el fracaso económico, sumado al desprestigio del gobierno. La guerra cambió el escenario unificando a toda la sociedad. Ahora bien, la adhesión de la sociedad fue total y se pueden observar dos momentos de esta gran mutación: el gobierno fue objeto de reprobación durante un acto de la CGT el 30 de marzo y recibió el apoyo masivo en Plaza de Mayo. setenta y dos horas más tarde. Además, la clase política mostró conformidad por la recuperación de las Malvinas. Desde la década del ´70 las relaciones entre el régimen militar y los británicos eran tensas. Como antecedente podemos mencionar el episodio del británico Edward Shackleton el cual comandó una expedición buscando petróleo en la región de las Malvinas, realizando prospecciones del subsuelo marino en 1976. Durante 1981, la Armada Argentina comenzó a estudiar la posibilidad de establecer un asentamiento científico en Georgias del Sur, tal como se había hecho en Thule en 1976. El plan toma el nombre de “Operación Alfa” (OA). 

La Armada decidió cambiar el grupo de científicos civiles por personal militar con el fin de mantener en secreto la operación.3 Desde el logro de Argentina frente a las Naciones Unidas en 1965 las negociaciones no habían progresado de manera sustancial. Podemos decir entonces que las aspiraciones propias de los integrantes del régimen militar (Anaya, Massera y Galtieri en la presidencia) estaban entremezcladas con aspiraciones históricas legitimadas. Galtieri, en su primer discurso presidencial, exteriorizó la intención de acabar con “las zonas grises” de la política exterior con la clara intención de acercarse a Estados Unidos a través del subsecretario de Estado, Thomas Enders. Buscaba “sanear” las relaciones después de la desaprobación norteamericana por la violación de los derechos humanos practicada por el gobierno de Videla. Este acercamiento se relacionaba con el deseo puntual del régimen militar y su clara esperanza de que el gobierno de Reagan utilizara su influencia ante la administración conservadora de Margaret Thatcher, para obtener concesiones de Londres. Como respuesta, las autoridades de Washington consideraron al régimen militar argentino agresor y exigieron el cumplimiento de la Resolución 502 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el cual exigía el inmediato cese de las hostilidades, inmediato retiro de las fuerzas argentinas, además de “una solución diplomática a sus diferencias y respetar integralmente los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas” y el retiro de las tropas por parte de la Argentina. 

En cuanto a la OEA, Argentina logró el apoyo de los gobiernos latinoamericanos. Ya para el 1° de Mayo de 1982 la flota británica había bombardeado las Malvinas. Estados Unidos dio por terminada su neutralidad. “No existió un plan estratégico definido, tampoco los planes tácticos parecen haber sido claros y la competencia de los distintos mandos fue confusa”4 Ante la inminencia de la invasión, se optó por acumular tropas en el archipiélago, se las dispersó en diversas zonas en vez de concentrarlas en puntos clave y se les dio una conducción estática. A esto se agregó “la superioridad británica en armas, entrenamiento, medios técnicos militares y en el aire y una concepción estratégica definida. Este cúmulo de ventajas del lado inglés no pudo ser compensado por el brillante desempeño de aviadores argentinos (…) ni por el valor de los combatientes de tierra en las batallas de Pradera del Ganso y Puerto Argentino”5 Claro fue el resultado, capitulando el 14 de junio. El presidente Galtieri en un mensaje dirigido al país el 15 de junio, anunció la rendición poniendo énfasis en la superioridad material de Gran Bretaña y el apoyo logístico de Estados Unidos, para explicar la derrota. 

Dos días después era desalojado del poder. Durante la semana entre la renuncia de Galtieri y la designación de Bignone fue notoria la disolución de la Junta Militar, quedando solo el ejército a cargo del gobierno. La sociedad rechazó colectivamente el accionar de la Junta Militar. Una nueva Junta Militar designó analizar y evaluar las responsabilidades por el conflicto del Atlántico y así surgió el “Informe Rattenbach”. El 28 de Junio de 1983, el gobierno militar convocó a elecciones para el 30 de Octubre del mismo año. Era el principio de una turbulenta y necesaria transición hacia la democracia. “La rendición de Malvinas tuvo varios efectos. Por un lado, frustró todos los avances diplomáticos que se habían hecho sobre el tema y, por otro, aceleró la salida de los militares del poder y el retorno de la democracia. Los problemas que hasta ese momento estaban solapados, salieron a la luz. Los partidos políticos cuestionaron más decididamente el accionar de los militares. Junto a otras organizaciones reclamaban el fin de la dictadura, la convocatoria a elecciones y la aparición con vida de los desaparecidos. Al mismo tiempo, los conflictos internos en las Fuerzas Armadas se agudizaron.”
 Fuente de información:DGE,Dirección de Planificación de Calidad Educativa.

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