PRIMERA PARTE
PROF. LEONE ALICIA
TRABAJO
PRÁCTICO CONTINUIDAD PEDAGÓGICA
LITERATURA 5TO. 5TA
Prof. LEONE ALICIA
PRIMERA PARTE
El ingenioso hidalgo
don Quijote de la Mancha
Alonso Quijano, fervoroso lector de novelas de
caballería, cae en un estado de locura debido a un exceso de este tipo de
ficción. Este hidalgo pobre, de aproximadamente cincuenta años, se “ordena”
caballero en una posada, que a sus ojos luce como un castillo, y jura ante el
fontanero socorrer a los desventurados en nombre de su bienamada señora,
Dulcinea del Toboso, quien en realidad es una rústica campesina llamada Aldonza
Lorenzo. Bajo el impulso de su delirio, arremete contra enemigos imaginarios,
como los molinos de viento, a los que confunde con gigantes, y protagoniza
curiosos incidentes acompañado por su fiel escudero, Sancho.
CAPÍTULO XXII.
LIBERACIÓN DE LOS GALEOTES
Después de
la conversación mantenida en el capítulo anterior, cuenta Cide Hamete Benengeli
que vieron a un grupo de hombres que venían ensartados por el cuello con una
cadena y esposadas las manos. Los custodiaban cuatro guardias. Sancho de
inmediato advirtió que se trataba de galeotes que iban forzados por la justicia
real a las galeras.
Don Quijote
respondió que aquí debía intervenir él, pues su oficio era deshacer entuertos y
ayudar a los necesitados. Sancho le volvió a advertir que los mandaba la
justicia, en nombre del rey, en pena por los delitos cometidos.
Quiso don
Quijote saber las razones por las que iban castigados. Se lo preguntó a un guardia
y le contestó que se lo preguntase directamente a ellos. Así lo hizo don
Quijote y le fueron respondiendo con ironía: uno va a galeras por enamorado,
pero enamorado de “una canasta de colar atestada de ropa blanca”; otro, según
el primero, por músico y cantor, es decir, cantar en el ansia,
que según el guarda es “confesar en el tormento”: confesó su delito, “ser
cuatrero”; otro, por seducir a jóvenes doncellas; otro por alcahuete y
hechicero. Sobre lo primero, don Quijote realiza un elogio de los alcahuetes,
los cuales son necesarios en una república bien ordenada. Sobre la hechicería
dice que “no hay hechiceros en el mundo que puedan mover la voluntad,
como algunos simples piensan, que es libre nuestro albedrío y no hay yerba ni
encanto que le fuerce”.
Por
último le preguntó a un condenado que iba cargado de cadenas bastante más que
los otros. Dijo llamarse Ginés de Pasamonte; que dejó escrita y empeñada la
historia de su vida en la cárcel por doscientos reales y aunque le habían
echado diez años, pensaba volver y recuperar el libro, cuyo título era La
vida de Ginés de Pasamonte. Este libro es “tan bueno…, que mal año
para Lazarillo de Tormes y para todos cuantos de aquel género
se han escrito o se escribieren”. Discute Ginés con el guardia que los llevaba,
quiso este alzar la vara para pegarle y don Quijote se lo impidió.
Don Quijote
le pide a los guardias que los suelten, argumentando que “lo que se
pueda hacer por bien no se haga por mal…porque me parece duro caso hacer
esclavos a los que Dios y naturaleza hizo libres…que estos pobres no han
cometido nada contra vosotros. Allá se lo haya cada uno con su pecado…y no es
bien que los hombres honrados sean verdugos de los otros hombres, no yéndoles
nada en ello.”
El
comisario le contestó que no le buscara tres pies al gato,
pues no estaba autorizado para soltarlos.
Don Quijote
arremetió contra él. Cayó al suelo. Los guardias atacaron a don Quijote. Se
produjo un momento de gran confusión y los galeotes se quitaron las cadenas y
atacaron a los guardias; estos salvaron la vida huyendo.
Sancho le
advirtió a don Quijote que se deberían marchar, pues la Santa Hermandad vendría
a buscarlos. Don Quijote reunió a los galeotes y les dijo que “Es de gente
bien nacida agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más
a Dios ofende es la ingratitud”. De acuerdo con lo anterior les pidió
que fueran al Toboso, se presentaran ante Dulcinea y le contaran la hazaña que
había realizado. Le respondió en nombre de todos Ginés de Pasamonte. Le dijo
que eso era imposible porque la justicia podría prenderlos de nuevo y que era
como pedir peras al olmo.
Don Quijote
montó en cólera al oír la respuesta de Ginés, lo llamó “don hijo de la gran
puta, don Ginesillo de Paropillo”. Este, al darse cuenta de que a don Quijote
le faltaba el juicio, se puso de acuerdo con los otros galeotes, se apartaron y
los apedrearon. Don Quijote cayó al suelo. Se acercó un galeote y le rompió la
bacía en la espalda; les quitaron las ropas; a Sancho lo dejaron en pelota.
Solos se quedaron el jumento y Rocinante; don Quijote, afligido;
Sancho, temeroso de encontrarse con la Santa Hermandad.
Comentario
El capítulo
de los galeotes es interesante para conocer aspectos del tiempo de Cervantes.
Pierre Vilar considera que “el español roba y se deja robar. La
“sisa” o rapiña del criado sobre las finanzas del dueño está descrita como
usual en todos los niveles: familia, comunidad, administración. Cervantes,
antiguo soldado dotado del cargo de recaudador, la practicó con poca
habilidad pues fue a parar a la cárcel. La “necesidad” por un lado, y la
“ocasión” por otro pueden llevar a la galeras. Por eso don Quijote libera a los
galeotes”.
Avalle-Arce,
en el comentario que realiza a este capítulo, lo enfoca desde “la polarización
de actitudes” que se reflejan: cuando don Quijote interroga a los galeotes,
estos contestan con ironía, pues “las respuestas se dan en un nivel lingüístico
y el caballero las interpreta en otro”. El primero dice que va por
“amor”, al contestarle don Quijote que no se lo creía, responde el galeote que
va porque robó ropa; el segundo, por cantar, explica el primero, que por cantar
en el tormento del agua; el tercero, por no tener diez ducados, al decirle don
Quijote que le dará veinte, contesta que “es como tener dineros en mitad del
golfo y se está muriendo de hambre”. Cuando llega a Ginés de
Pasamonte, dice Avalle-Arce que “este archi-criminal literato tiene el mismo
apellido artístico que el real e histórico Jerónimo de Pasamonte, aragonés que
fue soldado en Italia en el tercio de Miguel de Moncada (el mismo que sirvió
Cervantes), luchó en Lepanto, tuvo otras experiencias militares compartidas con
el genial novelista, terminó cautivo en Túnez y escribió su vida. Estos
paralelismos…han sido esgrimidos por Martín de Riquer para identificar al
soldado Pasamonte con Alonso Fernández de Avellaneda”.
Pérez
Reverte, en Galeras, puertos y corsarios. La mar y la navegación en el
Quijote, analiza la jerga de las galeras, en palabras como gurapas:
voz de germanía; en “Tres precisos de gurapas “ son tres años de galeras. Ginés
de Pasamonte dice conocer bien a qué saben el bizcocho y
el corbacho. “El bizcocho era la comida básica en el mar: galleta
de pan negro reseco molido y vuelto a cocer para que se conservara sin
enmohecerse –La ración del galeote era, según Mateo Alemán, de veintiséis
onzas. El corbacho era el rebenque o látigo, a menudo vergajo, que llevaba el
cómitre o guardián de galeotes.”
Una vez más
he puesto en negrita el pensamiento de Cervantes elucidado a través de explicaciones
de don Quijote sobre el libre albedrío, el comportamiento con los demás y la
gratitud.
ACTIVIDAD
1) Transcribí las citas en las que don Quijote menciona
por qué decidió ser un caballero andante y en qué consiste su condición.
2) Enumera los delitos por los que los galeotes son
conducidos a prisión.
3) Responde:
a)
¿Qué piensa don
Quijote al ver a los galeotes encadenados? ¿Y Sancho?
b)
¿Con qué
argumentos justifica el viejo hidalgo el pedido de liberación de los
prisioneros?
c)
¿Qué suceso
aprovecha Ginesillo para recuperar su libertad y la de los otros presos?
d)
¿Por qué estos
apedrean al anciano caballero si minutos antes había enfrentado a los guardias
en su defensa?
4) Explicá cada una de las siguientes afirmaciones y da
ejemplos del fragmento leído que sirvan para justificar.
LOS EPISODIOS NARRADOS EN ESTE CAPÍTULO PONEN DE
MANIFIESTO …
a) La mirada crítica del autor con relación al sistema
carcelario de su tiempo.
b) El sinsentido de los gestos heroicos de don Quijote,
pues sus “hazañas” siempre terminan perjudicándolo a él y a quienes lo rodean.
c) Que el amor es, en definitiva, el móvil más profundo
de todas las empresas que enfrenta el caballero “de triste figura”.