Función de
nutrición
La nutrición es el conjunto de procesos
por los cuales el organismo obtiene las diferentes sustancias necesarias para
vivir, proporcionándole la energía y los elementos necesarios para las
estructuras y el buen funcionamiento del organismo.
Los procesos que intervienen en la
nutrición son:
- La
digestión.
El sistema digestivo se encarga de introducir
el alimento en el organismo, y transformarlos en nutrientes sencillos utilizables por
las células.
- La
respiración.
El sistema respiratorio se encarga de obtener
el oxígeno necesario para las células y eliminar el CO2 procedente
del metabolismo
celular.
- La
circulación.
El sistema circulatorio transporta los nutrientes, gases, productos de desecho y
otras sustancias, uniendo a todas las células del organismo entre sí.
- La excreción. El sistema excretor elimina los productos de desecho procedentes del metabolismo celular, transportados por el aparato circulatorio, filtrando la sangre y expulsándolos a través de la orina.
- SISTEMA DIGESTIVO
INGESTIÓN, DIGESTIÓN Y ABSORCIÓN EN EL SER HUMANO
La cena que
consumiste anoche está circulando por tu sangre y, claro, ya dejó de ser ese
plato por el que seguramente se te hizo "agua la boca”. Te preguntarás:
"¿qué ocurre con los alimentos al interior de mi cuerpo? Pues bien, el
sistema digestivo se encarga de descomponerlos progresivamente hasta obtener
los nutrientes que, la sangre lleva a cada célula de tu cuerpo.
El proceso de nutrición en el ser humano
inicia con tres etapas importantes que veremos a continuación: la ingestión, la
digestión y la absorción.
Ingestión: La ingestión es el proceso por medio del
cual se incorpora o ingresa el alimento al cuerpo. En el ser humano, los
alimentos ingresan por la boca y allí los dientes los cortan y trituran en
fragmentos cada vez menores así mismo la saliva los humedece. De esta manera
los alimentos triturados y humedecidos pueden moverse más fácilmente por el
tubo digestivo. El proceso de digestión ocurre a nivel bucal, gástrico e
intestinal y, en cada etapa, el alimento sufre transformaciones importantes que
permiten separar los nutrientes de aquellas sustancias que no son útiles para
el cuerpo.
Digestión: La digestión inicia en la boca por medio de
la trituración, que corresponde a la fase mecánica, y de la insalivación, que
corresponde a la fase química. La fase mecánica ocurre por la acción de los
dientes que trituran, cortan y muelen los alimentos. La fase química ocurre
gracias a la acción de la saliva. La saliva es un líquido incoloro y transparente
producido por las glándulas salivales. Está constituida, en su mayor parte, por
agua y enzimas como la lisozima que tiene una acción bactericida, la amilasa
salival o ptialina, que acelera la transformación del almidón en un disacárido
llamado maltosa, y la mucina, una proteína que hidrata y lubrica la comida
formando el bolo alimenticio. El bolo alimenticio es una masa de alimento
bañada en saliva que se forma como resultado de las transformaciones en la
boca. La lengua ejerce presión hacia arriba contra el paladar y se repliega
hacia atrás activando impulsos nerviosos que desencadenan el reflejo de
deglución gracias al cual el bolo alimenticio sigue su camino por el tracto
digestivo.
Digestión gástrica El sistema digestivo humano cuenta con órganos y glándulas especializadas
para realizar la transformación de los alimentos. Cuando el alimento es
ingerido y transformado en bolo alimenticio en la boca, avanza a lo largo del
tubo digestivo, por la faringe. Esta es una estructura que conecta la boca con
el esófago y la tráquea, es decir, que conecta el sistema digestivo con el
sistema respiratorio. Una vez entra el alimento al tracto digestivo, la tráquea
se cierra mediante una estructura llamada epiglotis, que evita que el bolo
alimenticio obstruya las vías respiratorias, y lo conduce hacia el esófago. El
esófago es un tubo muscular, de aproximadamente 26 cm de longitud, que se
encarga de conducir hacia el estómago el bolo alimenticio. Gracias a los
movimientos peristálticos que ocurren por la contracción de los músculos lisos
que recubren interiormente el tubo digestivo, el bolo alimenticio tarda pocos
segundos en llegar al estómago. El estómago es un órgano en forma de bolsa
curvada que se origina por un ensanchamiento del tubo digestivo. En él, se distinguen
tres zonas: el cardias, una válvula que limita con el esófago y cuya función es
controlar y regular el paso del bolo alimenticio e impedir el reflujo o
devolución del contenido gástrico hacia el esófago; el cuerpo o antro que
corresponde a la región media y el píloro, un esfínter que comunica el estómago
con el intestino delgado. El estómago almacena el alimento de 3 a 6 horas y
funciona como una "gran batidora" en el que los músculos gástricos se
contraen y relajan mezclando el contenido estomacal. Lo anterior aumenta la
superficie de contacto entre las enzimas digestivas y el bolo alimenticio.
Estos movimientos constituyen la fase mecánica de la digestión gástrica. Las
glándulas situadas en la mucosa del estómago producen una secreción denominada
jugo gástrico, cuyos principales componentes son: La pepsina y la renina,
enzimas que aceleran la transformación de las proteínas en péptidos, y actúan
en pH muy ácidos. El ácido clorhídrico
(HCl) que es un potente antiséptico y además proporciona la acidez necesaria
para la acción de las enzimas. La lipasa
gástrica, enzima que actúa en la digestión de los lípidos. La acción de estas
enzimas sobre el bolo alimenticio se conoce como la fase química de la
digestión gástrica. En esta, bolo alimenticio es transformado en una pasta
llamada quimo, que continúa su recorrido hacia el intestino delgado.
Digestión intestinal Esta es la fase de la digestión que
se considera de mayor importancia, ya que en ella finaliza el proceso, para que
posteriormente inicie la absorción. Esta fase ocurre en el intestino delgado,
un órgano tubular de aproximadamente 6 metros de longitud que se aloja en la
cavidad abdominal. Está compuesto por tres partes: el duodeno, el yeyuno y el
íleon. Cuando el quimo llega al intestino delgado este es transformado en
quilo, gracias a la fase mecánica y a la fase química de la digestión
intestinal. La fase mecánica ocurre gracias a que en el intestino se producen
los llamados movimientos de propulsión o peristálticos y los movimientos de segmentación
o de mezclado. Los movimientos de propulsión son contracciones que conducen el
quimo por el intestino delgado. Los movimientos de segmentación son
contracciones que generan la segmentación del quimo en el intestino y facilitan
la mezcla del contenido intestinal con los jugos digestivos. La fase química se
realiza gracias a la intervención de diferentes órganos y glándulas: el
intestino delgado, el páncreas y el hígado. El páncreas es una glándula en
forma de hoja ubicada detrás del estómago cuya función es producir jugo
pancreático que contribuye en el proceso digestivo. El hígado es otra glándula
situada debajo del diafragma, que tiene diferentes funciones en el organismo,
una de las cuales es secreción de bilis. Las secreciones que intervienen en la
fase química de la digestión intestinal son: La secreción intestinal o jugo
intestinal. Se compone principalmente de mucina y enzimas. La mucina es una
sustancia cuya función es proteger los tejidos del intestino de la acción de
los jugos gástricos y las enzimas se encargan de reforzar el proceso de
digestión al transformar los carbohidratos, las proteínas y los lípidos en
sustancias más sencillas. La secreción pancreática. Es una sustancia producida
por el páncreas, formada por dos componentes fundamentales: el líquido alcalino
que neutraliza la acidez del contenido que sale del estómago y las enzimas como
amilasa pancreática, la lipasa pancreática y la tripsina que contribuyen en el
proceso de transformación de las proteínas. Esta sustancia es vertida desde el
páncreas al duodeno. La secreción biliar o bilis. Es un líquido amarillento que
actúa como emulsificador de grasas, es decir, que facilita la acción de las
enzimas como las lipasas, sobre las grasas. Es producida por las células del
hígado llamadas hepatocitos y almacenada en la vesícula biliar, desde donde es
vertida al duodeno cuando hay presencia de lípidos.
Regulación hormonal de la digestión El proceso digestivo
es regulado y controlado por las hormonas. Estas son sustancias químicas
producidas por células o glándulas especializadas que, al viajar por el sistema
circulatorio, activan diversos mecanismos y ponen en funcionamiento distintos órganos
del cuerpo. Para el caso del sistema digestivo las hormonas, que se liberan a
través de las células de la mucosa del estómago y del intestino delgado,
estimulan la producción de los jugos digestivos y del movimiento de los
órganos, el crecimiento celular de la mucosa del estómago, el intestino delgado
y el colon, y la producción de ácidos que facilitan la digestión de los
alimentos.
Absorción El proceso de absorción consiste en el paso
de nutrientes o sustancias nutritivas desde el sistema digestivo hacia el
sistema circulatorio, que se encarga de transportarlos y distribuirlos a cada
célula del cuerpo. Este proceso ocurre a nivel de la boca, en el intestino
delgado y en el intestino grueso. La absorción en el intestino delgado, se
realiza específicamente en el yeyuno y el íleon, cuya superficie está tapizada
por unos pliegues denominados vellosidades intestinales, que a su vez, poseen
unas estructuras denominadas microvellosidades, responsables de la absorción de
nutrientes. Dentro de cada vellosidad intestinal se encuentra un pequeño vaso
linfático, así como capilares venosos y arteriales que toman los nutrientes
para transportarlos por el sistema circulatorio. En el intestino delgado son
absorbidas la mayoría de moléculas producidas tras la digestión. En el
intestino grueso se absorben principalmente moléculas como el agua y las sales
minerales. Este es un órgano tubular que se extiende desde el intestino delgado
hasta el ano. Está dividido en varios tramos: el primero llamado ciego; el
segundo, llamado colon, que es el más largo y es responsable de la absorción de
agua y de algunas sales y vitaminas. Por último, se encuentra el recto, una
pequeña porción donde se almacenan las heces antes de ser eliminadas. En el
intestino grueso hay alojadas gran cantidad de bacterias que producen
aminoácidos y vitaminas. Estas sustancias también son absorbidas y pasan al
torrente sanguíneo.
Egestión Debido a la fase de absorción en el
intestino grueso, los residuos de la digestión pierden casi el 70 del agua
contenida, por lo cual adquieren mayor consistencia. Algunas bacterias alojadas
en el intestino grueso, como la Escheríchía coli, degradan los alimentos que no
han sido digeridos como proteínas, grasas, agua y fibra. De esta manera, se
conforma la materia fecal o heces, que gracias a los movimientos peristálticos
del colon se desplazan hacia el recto, en donde se almacenan para ser
posteriormente expulsadas por el ano a través del proceso de egestión.
ACTIVIDAD
1. Indica
la diferencia entre digestión mecánica y química. Luego explica en qué
consisten los procesos de masticación, salivación y los movimientos
peristálticos e indica dónde se producen.
2. Completa
el siguiente cuadro con las funciones de las estructuras y las sustancias
involucradas en la digestión bucal y gástrica.
Estructuras y
sustancias
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¿Digestión mecánica
o química?
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Función
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Pepsina
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Músculos de la mandíbula
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Glándulas parótidas
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Dientes
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Amilasa
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Ácido clorhídrico
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Lengua
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4. Indicá que es el quilo y cómo se forma.
5. Explicá cómo interviene el intestino grueso en el proceso de egestión.