Prácticas del lenguaje 2°1° y 2°3°
El lago de Zirahuén
Cuenta la leyenda que al principio de los siglos existió una
hermosa princesa quien estaba enamorada de un jefe guerrero de una tribu
enemiga. Cuando su padre se enteró de aquel idilio, fingió estar de acuerdo,
pues en la voluntad de su hija veía que estaba dispuesta a cualquier cosa por
lograr su amor. Entonces, dijo a su hija y al guerrero que consentiría en que
la boda se llevara a cabo, pero antes el joven tenía que pelear contra otros
caciques para dar más poderes a la tribu de su amada.
Así lo hizo.
Partió y luchó contra guerreros poderosos a los que venció. Cuando llegó por
fin ante quien debía ser su suegro, éste le dijo:
–Bien, has
peleado contra caciques poderosos como habíamos pactado, pero aún te falta uno,
el más poderoso, y ése soy yo. El guerrero, aunque desconcertado, le contestó
que si ése era el único y el último impedimento, él estaba dispuesto y todo
estaba listo para el combate, pero la joven princesa ya no encontró
tranquilidad en su corazón, después de pensarlo mucho, buscó al guerrero y le
pidió que se fuera muy lejos pues no quería ser la causa de la muerte de su
padre o de la muerte de él.
Ella dijo al guerrero que aunque se llevara a cabo el
combate no se casaría con él y que renunciaba a su amor; entonces él se fue. Al
verlo alejarse sintió que su cuerpo le quemaba y sus largos cabellos la
envolvían como una húmeda telaraña. Pasó el tiempo, él nunca más volvió. La
princesa iba todos los días a un monte cercano a llorar su tristeza y quizá con
la esperanza de verlo.
Un día llena de desesperación gritó a los dioses que había
sido una hija buena, pero a cambio una mujer desdichada, y rechazó la soberbia
de su padre. –¡Y no lo amo, ni amo a mi pueblo!
–gritó, y sus lágrimas brotaron sin consuelo. Al siguiente día, cuando
llegó la princesa al mismo lugar de siempre, observó que en donde habían caído
sus lágrimas se formó un pozo de agua y que rápidamente iba adquiriendo un
enorme tamaño. Ella murió y todo el pueblo quedó inundado en aquellas aguas que
fueron el origen del lago de Zirahuén.
Este místico lago llena de extraña melancolía a sus
visitantes. Aseguran los lugareños que la princesa aparece de tarde en tarde
convertida en sirena y llora por el guerrero que partió. También cuentan que
siempre son hombres los que se han ahogado ahí y que es ella quien los jala
hasta lo más profundo del lago pensando en su amado.
Anónimo
Contesta las siguientes preguntas:
- ¿En qué época crees que ocurrieron los hechos?
- ¿Dónde sucedieron los acontecimientos narrados?
- ¿Cuáles hechos sobrenaturales se presentaron en la leyenda?
- ¿Cómo es la princesa?
- ¿Cómo es el padre de la princesa?
- ¿Qué opinas de la acción de la princesa al dejar a su amado para complacer a su padre?
- ¿Podrías decir que este texto es un mito o una leyenda? ¿Por qué?